sábado, 5 de abril de 2008

Esperanza




Sigo colgando mis esperanzas
en las señales de la playa que se prepara
para la inminente llegada del verano.
Al círculo de arena no le importa
el significado de la escritura
ni el ciclo de la ola es visible al ojo desnudo.

Soy amigo del amigo del mar
y enemigo del enemigo de la tierra.
Entre esos dos nada hay, sino aire
del que algo se funde en el raudo viento,
y algo es lento como una tortuga.

Entre velocidad y lentitud,
inhalo la soledad que queda.
Mi reloj se ha vuelto inútil para todos,
excepto para el único que se lo pone.
Hay un atraso de tiempo entre un lado
del mar y el otro.

Un lugar queda marcado sólo por aquel que lo ama.
Colgaré, pues, mis esperanzas
en el cadalso de la lejana esperanza
a veces aquí, a veces allá
y cuando llegue el tiempo justo
mi reloj quedará sin manecillas.

Naim Araide (Alta Galilea)

6 comentarios:

Israel dijo...

Tu también eres "Amiga del mar" y "enemiga de la tierra", porque como en Málaga en ningún sitio... ¿no?

Voy a ver si leo alguna poesía tuya...

C.J.Orgaz dijo...

Precioso poema para preciosa niña..

Lucía Barón dijo...

Qué cosa más fina y elegante. Algún poemilla tuyo de Bruselas quiero ver aquí la semana que viene.

Pd. ahora mismo estás atacada en tu mesa leyéndote lo de constitucional que te ha escasquetado Cris.

Mua

Israel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Israel dijo...

A ver si publicamos alguna poesía en vez de tanta Memoria de los coj... ¡qué tienes a tus lectores olvidados!

Ma-la-ci-taaaaaaaaa-na.... OE!!!

Ángel dijo...

dios, con publico y todo :)

un besillo.