lunes, 3 de diciembre de 2012

Mirando hacia otro lugar

Mi amor sincero se derrumba al escucharte.
Lucharé por ti y por tu alma. Será mía.
No moriré sin sentir tu corazón.
Volverá a mí, será para mí.

Sentirás como nunca has sentido.
Serás la energía que se propaga tras tocar el cielo de lo infinito.
Bajo mi piel encontrarás el tesoro que jamás habías imaginado en la faz de la tierra.
Huye conmigo bajo las tempestades del mundo.
Mientras, sentiremos nuestras esencias al límite de la vida.

Dueño de mí, dueña de ti.
Eres la belleza de mi alma, mientras bailan tus emociones por mi cuerpo.
Viaja en mí, nada en mi locura.
Tu locura.
Caramelo de mi vida.

Si me sueltas, ya no caigo.
Respiro hasta tu cuerpo para naufragar en tus idas y venidas, en el desequilibrio de tu mirada.
De tus decisiones soy el guardian, quien ama sin saber la solución de tu dueño.

No quiero respirar sin el oxígeno de tus besos.
Muerde mi amor cuando quieras, cuando la cercanía nos permita tocar el derroche.
Muerde la sabiduría de mi amor, cuando tu desenfreno se instala en mi cuerpo.
Come el plato del triunfo que te regala mi alma.

E.d.L.