lunes, 2 de junio de 2008

Tedio

Tantas noches de insomnio pasamos prefiriendo la luna,
cantando y encantando las cuerdas.
Y aquél que nos sedujo tramó una barca,
que adora la ola y ama viajar.






Entonces despertamos para hallar nuestros poemas,
una queja que llora y se querella contra el destino.
Dejemos pues que los días seduzcan a otros,
nada nos queda sino tedio.






No preguntéis por nos, porque en nuestros ojos
el silencio ha resecado tanto la lluvia como el rocío.
El destino nos ha golpeado, pero no herido ni
ha removido en nuestra hondura más que una piedra.





Si mirásemos, veríamos a nuestra sombra
acarreando un vestigio de cada muerte.
Dejemos pues que los días seduzcan a otros,
nada nos queda sino tedio.







Fahd Abu Khadra

No hay comentarios: